Ha caído en mis manos un libro de toda una vida mágica. Con una amplia sonrisa y energía, Alberto de Figueiredo se acerca a los aficionados y profesionales de este arte, para regalarles sus píldoras de experiencia, asentando bases y puliendo detalles que para muchos pasan desapercibidos. Conocí a Alberto a través de sus incursiones en la televisión y sus dvds, me parecía un tipo curioso, que tenía claro lo que quería transmitir y que sobre todo, sabía hacer pasar un buen rato a los espéctadores, inclusive a aquellos a los que invitaba al escenario para ayudarle a desarrollar sus diabluras.
Tuve la suerte el año pasado de verle actuar en directo, ser uno de los que sacó al escenario y conocerle en persona. Solo puedo decir que me lo pasé genial, me reí y recordaré siempre ese momento, que no es poco. Así que si quieres dar un gran avance y aprender de uno de los mejores exponentes del ilusionismo en España, hazte con un ejemplar.
P.D. Me leí el prólogo, Joaquin Matas chapó, y la introducción, no se salten estas dos partes, merecen mucho la pena.