Magiqueando con Javier Coronet



Si me preguntaran qué caracteriza a este mago que hoy nos visita, diría que es el estudio. Es una gran lector, amante de la buena magia, conocedor de autores y de libros. Es de esas personas que ante cualquier duda, sabe darte la respuesta más adecuada y es que claro como buen mentalista, se anticipa a ti sin que te des ni cuenta.

Buenos días Javier,

¿Cómo fueron tus inicios en el mundo mágico?

Buenos días, Carlos. Muchas gracias por pensar en mí para entrevistarme y por esa introducción, después te pago lo convenido... Pues yo tuve los típicos inicios. El conocimiento de la existencia de la Magia llegó a mí a través del padre de un compañero de colegio, allá por el 83. Era ni más ni menos que Paco Ortega, campeón de cartomagia en el Nacional del 81 en Cantabria (siendo yo nacido en el 78, él hacía poco que lo había ganado). Por ahí entró mi primera caja del Magia Borrás. A partir de ahí mi formación fue escasa y esporádica e incluyeron las cajas del Magic Andreu, la colección “El Rey de la Magia”, un libro de Patrick Page que vendían en El Corte Inglés... poco más. Entonces, estando ya en la universidad, en uno de los centros comerciales de Gran Canaria organizaron un festival de magia. Vinieron Miguel Ángel Gea, Alberto de Figueiredo, Rafa Píccola y otra pareja de magos que no recuerdo. Cosa rara en mí (siempre me ha costado mucho conversar con la gente, soy bastante tímido), me envalentoné y recuerdo preguntarle a Gea si eran canarios o si sabían de alguien que hiciera Magia por aquí. Me invitó al show que iban a hacer ese sábado y ahí estaba Jorge Haddad, gran amigo de Ascanio. Estamos hablando del año 1998. A partir de ahí entré más en serio en la Magia y con la buena base de don Jorge (obviamente me empapó de la teoría ascaniana) empecé a descubrir un magnífico mundo que no me imaginé.

¿Qué te cautivó del mentalismo para haberte especializado en esta rama de la magia?

Siempre fue mi favorita (culpa de Anthony Blake) aunque empecé con la cartomagia. Las cartas me siguen gustando aunque cada vez me enamora más la dirección que está tomando el mentalismo. La nueva escuela angloamericana después del boom británico de hace unos años promete bastante. Su misterio y plausibilidad me atraen bastante y además cada vez me gusta más toda la temática de la percepción, de la mente, de cómo funciona el cerebro, de las posibilidades que plantea... y en menor medida y en estos últimos tiempos,con familiares que he visto con problemas mentales, he encontrado también una querencia del mentalismo como forma de comunicar la importancia de la mente y de ejercitar el cerebro como parte de una vida sana, entender que cada uno tiene un potencial fascinante y que hay que usarlo, no dejarlo morir.

Esta pregunta es de las obligatorias para hacerte, ¿Cuál es el libro más extraño que ha caído en tus manos y que más te ha marcado en tu faceta de mentalista?

No tanto como mentalista sino como mago puedo decirte tres. Uno que he leído, otro que nunca terminaré de leer y otro que he empezado hace poco pero que preveo (¿predigo?) que me va a gustar mucho.

El primero puede ser extraño para un mentalista, pero creo que es muy importante y no creo descubrir nada, y me refiero al Libertad de Expresión de Dani DaOrtiz, sobre todo la parte sobre la actitud y el manejo del espectador.

El segundo es la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino. No tanto por el contenido, que igualmente recomiendo, sino por la estructura, que debería ser la forma de pensar de un mago.

El tercero es A Book has Two Faces, de A. Bandit (Glenn Kaino y Dereck DelGaudio)... no lo he terminado pero es fiel reflejo de lo que pienso sobre el futuro de la magia (una frase de la parte sobre su instalación A Walk through China es muy reveladora).

¿Qué aspectos de la magia de siglos pasados dirías que deberían estudiarse más en profundidad en estos tiempos que corren?

Creo que se ha perdido el misterio, volver a recuperar en el espectador su capacidad de asombro. Aunque, a diferencia de otros tiempos, intentar que ese asombro no sólo parta de lo que hacemos nosotros sino también de lo que es capaz de hacer cada uno de los espectadores. Así es más sencillo, creo, que la Magia tenga más trascendencia más allá del entretenimiento.


Ligada a la anterior pregunta, ¿Crees que la magia actual ha olvidado sus orígenes? ¿Ves que ha evolucionado o tal vez nos hemos estancado?

Más que haber olvidado sus orígenes, que la respuesta corta es “sí”, creo que se está reinventando la rueda. Hay gente que vende una forma de presentar magia que ya existía, solo que aplicándosele un “agiornamiento”, una mano de pintura nueva para entendernos, y se le llama novedad. No es que esté en contra de eso, todo lo contrario, las artes dramáticas se basan en una serie de arquetipos que se han repetido hasta la saciedad. Lo que me preocupa es ver cómo la gente no sabe que eso ya existía porque no tiene un conocimiento de nuestra historia y no le permite valorar si esa “novedad” vale la pena o no. Pero eso es reflejo de la sociedad en la que vivimos, en la que el artista medio quiere romper las normas sin antes conocerlas a fondo en pos de una supuesta libertad expresiva que degenera en libertinaje.

Creo que no hay libro que se te resista pero es que a parte, dicen por ahí que conservas el ADN de un artista junto a su foto , nos podrías contar algo más de ese dato tan curioso.

(Risas) ¿Y tú cómo sabes eso? Te lo explico. Una de mis aficiones ligadas a la Magia es el coleccionismo. En mi página de Facebook tengo colgadas fotos de un pequeño museo que me estoy montando. Pues bien, entre esas cosas hay una foto que conseguí en una subasta en la que aparecen Dai Vernon, Finn Jon y Channing Pollock. La foto se había sacado en el show de Siegfried y Roy en Las Vegas y pertenecía a Channing. Dai Vernon y Finn Jon se la firmaron. En la foto se ve cómo Finn Jon tiene una pegatina en forma de corazón en el dorso de la mano. Esa misma pegatina está pegada en la parte trasera de la foto así que, por transmisión, tengo en casa ADN de Finn Jon, así que si hay que clonarlo solo tienen que llamarme (risas).

Para aquellos que no han tenido la oportunidad de ir a congresos mágicos, ¿qué experiencias te llevas después de haber asistido a varios nacionales y mundiales?

Conocemos muchos casos de magos solitarios, que no necesitan de nadie para progresar. Yo soy de los que piensan que eso lo pueden hacer unos pocos elegidos. Se necesita la relación y el intercambio de ideas para poder progresar. A mí al principio me gustaba ir a los congresos a ver magia (obviamente) ahora me gusta ir a ver no solo magia, sino tendencias. Somos un arte que evoluciona pero al que le falta hacerlo de una manera eficiente (me gusta ser, o intentar ser, eficiente porque la vida es corta). Tras el manifiesto hecho por la escuela madrileña (importantísimo) echo en falta más escuelas que presenten diferentes ideas y tendencias. Eso es beneficioso. No sólo saber cómo hacer algo, sino también por qué. Y eso te lo enseñan las diferentes escuelas de pensamiento mágico. Existen manifiestos personales (como el de DelGaudio), pero creo que falta profundidad. Ahora mismo ese es un trabajo individual y personalmente encuentro una forma fantástica de hacerlo asistiendo a estos congresos y encuentros. Además, conoces gente maravillosa que se convierten en grandes amigos y sales con la creatividad al máximo, y esa sensación da mucho gustirrinín...


Sabiendo que no paras, también has estado en Las Vegas, si no me equivoco, ¿Qué shows y qué artistas te impresionaron más?

Vi mucha magia y muy buena pero si tengo que elegir diría que la creatividad que tienen los espectáculos de Mac King y de Penn&Teller es desbordante, totalmente recomendables. Y aparte los espectáculos del Cirque du Soleil. No es Magia pero sí asombro y, como te dije antes, es algo que merece la pena experimentar y hacer experimentar.

Eres defensor de beber de otras fuentes para poder enriquecer la magia que hace uno, ¿qué otras artes has trabajado?

Principalmente el teatro. Desde pequeño he hecho teatro de manera no profesional y es como una droga. Aunque la pase mal, una vez piso el escenario me transformo. Siempre he querido tener una formación más reglada en ese sentido y, quién sabe, llegar a tener un título oficial de director. Me gustaría mucho dirigir a otros magos. Por ahora he asistido a varios en sus trabajos con lo que de forma intuitiva se me ha pasado por la cabeza, no descarto hacerlo en el futuro de manera profesional, sobre todo por aplicar lo que he aprendido hasta ahora, que para el mago es mejor no hacer las cosas solo, sino rodearse de verdaderos profesionales para elevar el arte, como ocurre en otras áreas artísticas. Y, teatro aparte, también he estudiado, intentando aplicarlo a la magia, ingeniería, escritura creativa, cine, iluminación, filosofía e incluso teología.

Conociéndote, tu parte creativa siempre está activa con mil ideas ¿Podrías adelantarnos si tienes planeado algo de cara al futuro no muy lejano?

Pues hay dos proyectos a medio plazo que me están gustando muchos. Uno es... bueno, es un número que o se ama o se odia porque es mi manera de decir que el mentalismo es algo más que un traje negro que te adivina el pensamiento. No puedo dar más detalles por ahora. El otro es un unipersonal que estoy trabajando dramáticamente hablando de manera que mi competencia (en el buen sentido) no sean otros magos sino otras obras de teatro. Intentar elevar, modestamente, el nivel (sobre todo a nivel personal, me gusta este tipo de retos)... de aquí a un año sabremos si funcionó...

Muchas gracias Javier, por habernos regalado este rato que espero no haya sido producto de nuestra imaginación o tal vez sí.

Jajaja... ¡muchísimas gracias a ti!

Para conocer más acerca del trabajo de Javier Coronet, pueden visitar su página web personal 



0 comentarios:

Publicar un comentario