Este mago sevillano siembra éxito por donde pasa, y es que tiene
una personalidad embaucadora, de las que captan tu atención
desde el minuto uno en que hace gala de su presencia en los
escenarios, conocedor y estudioso de una infinidad de libros, deja
huella cada vez que un espectador ve cómo es capaz de transmitir
su magia, y hoy viene a deleitarnos con su estilo propio.
Buenos días Javi,
¡Muy buenos días por la noche, y buenas noches por la mañana! La magia y el absurdo
siempre han congeniado muy bien, aunque se esté perdiendo un poco últimamente y
veamos la magia de manera más racional.
Puede que algunos lectores no conozcan quién se esconde detrás
de Javi Benítez, el mago. ¿Podrías hablarnos en qué momento te
pinchó la flecha del cupido mágico?
Mi primer “momento mágico” coincide también con el primer recuerdo de mi vida.
Mi padre, que no era mago profesional pero si aficionado, nos hizo un juego a mi y a
mis hermanos en el que intentaba encontrar nuestra carta pero fallaba y finalmente lo
arreglaba todo transformando la carta equivocada en nuestra carta.Recuerdo que lo hacía
muy bien. No sólo la técnica, que también, sino que transmitía muy bien la emoción
mágica, el momento mágico. Sabía crear una buena atmósfera mágica.
Algo que me he preguntado alguna que otra vez es de dónde viene
el sobrenombre del Chango
Bueno, la historia no es así como... ¡fantástica! ¡Ya me gustaría! Es un poco pobre en
realidad. Yo buscaba un nombre pegadizo y fácil de recordar. Y en un cartel sobre la puerta
de un bar de Madrid, vi que se anunciaba un concierto de Jango Reinhard. A mi me encanta
la música de este extraordinario guitarrista y quise ponerme un nombre parecido, pero no
igual. Así que pensé en que quería una palabra que no existiera. Un nombre que no pudiera
relacionarse con nada y al que yo tendría que añadir todas las connotaciones de un mago. Y
pensé en “Chango”. Me pareció una palabra pegadiza y que no existía (o eso creía yo).
Me hice tarjetas de visita y todo. Pero un día, se me ocurrió buscar en internet si, realmente,
me había inventado ese nombre. Y mi sorpresa fue que estaba más que inventado. Estaba
tan inventado que sería imposible, siquiera, posicionarte en internet como mago con ese
nombre.Poco tiempo después dejé de usarlo. Pero como era tan pegadizo y tan fácil de
recordar, algunas personas siguen llamándome por ese apodo. Incluso hoy, 15 años después
de haberlo dejado de usar, hay personas como tú que aún lo recuerdan y ¡me preguntan
sobre él!
Discípulo ni más ni menos que de dos grandes maestros de la
cartomagia y magia española ¿qué recuerdos te vienen a la
cabeza cuando te nombro al gran Arturo de Ascanio y a Juan
Tamariz? ¿Tienes alguna anécdota especial?
Me gustaría recordar en primer lugar que Luis H. Trueba fue quien me apadrinó y quien
me abrió las puertas al mundo de los magos. Gracias a él, fuí a mi primer congreso de
magia en Zaragoza ´92 y también pude, a través de él, aprender la filosofía de la Escuela
Mágica de Madrid.
Pero, respondiendo a tu pregunta querido Carlos, lo primero que se me viene a la cabeza
cuando nombras a dos monstruos como Ascanio y Tamariz es “Fortuna”. La fortuna de
haberles conocido y haber podido aprender de ellos. Yo me siento profundamente
afortunado de haber aprendido tanto de semejantes prodigios. No sólo por el vastísimo
conocimiento de ambos, tanto en la magia como en general, sino por la calidad humana
tan extraordinaria y que me ha enseñado y ayudado tanto en muchísimos aspectos de la
vida.
En cuanto a anécdotas, para mí, cada día con ellos supone una anécdota en sí misma.
Como te decía, me siento tan afortunado que, cada vez que estaba con Arturo o estoy con
Juan, es un momento relevante en mi vida mágica y personal. Pero sí te contaré una que he
contado pocas veces. Fue con Arturo y fue el día que, estando los dos a solas en su casa,
me llamó “hermano”. Arturo tenía a sus “hermanos mágicos” entre los que estaban
Fu-Manchú, el Dr. Jacob Daley y algunos otros. Y el día que me dijo eso, yo pensé que
estaba de broma pero lo decía en serio. Y, aunque nos separaba una distancia de edad
bastante grande, yo lo considero como uno de mis hermanos mágicos, que me sigue
ayudando a su manera.
¿Recuerdas algún consejo que te dieran en especial, que puedas
compartir con nuestros lectores, que significar mucho y
supusiera un antes y un después en tu carrera?
Han sido muchísimos. No puedo olvidar cómo me animó Juan para que no copiara
las formas de hacer de Arturo. Creo que eso me ayudó mucho a descubrir otras cosas
que han conformado un Javi que no es el calco de nadie.
De Juan también he aprendido a ser humilde aun cuando todos te alaban. Lo admiro
enormemente por haberse mantenido íntegro incluso habiendo llegado a ser tan famoso.
También, me viene a la memoria el momento en que, siendo yo mal estudiante,
Arturo me dio un motivo para estudiar y conseguir mi curso de acceso a la universidad,
terminar la carrera y, al mismo tiempo, tener una intensísima vida mágica en un Madrid
lleno días y noches de borrachera, mágica, se entiende.
¿Es cierto que eres un coleccionista de toda la obra de Arturo de
Ascanio?
Bueno, eso ha sido más de casualidad que por “coleccionismo”. Creo que tengo mucho
o casi todo lo de Arturo pero no me considero un coleccionista sino un estudiante de
magia que quiere aprender de los mejores. Y, como Arturo, creo que no ha habido ningún
teórico/práctico de la magia que exprese los conceptos con la claridad con la que los
expresa él.
Te lo tenía que preguntar, ¿qué valor le das a la teoría, a la
técnica y a la presentación?
Jajaja. ¡La eterna pregunta! Te voy a dar varias respuestas:
En primer lugar, te diré que cuando estoy estudiando magia, le doy a la teoría el 90%
del valor. Cuando estoy ensayando, le doy a la técnica el 90%. Y, cuando estoy actuando,
le doy a la presentación el 100%.
Es decir, creo que la teoría es bueno saberla. Sobre todo si, como yo, la intuición a veces
no te ayuda a detectar qué tienes que mejorar de lo que haces. La teoría para mí es como
una caja de herramientas de análisis para reparar y pulir diferentes aspectos de tu magia
o de tu capacidad expresiva o de otros aspectos (iluminación, escenografía, etc.) También
pueden ayudar mucho a los aspectos constructivos y de desarrollo de ideas.
En cuanto a la técnica, ya sea digital, intelectual o de ingeniería, porque olvidamos que la
técnica no es sólo poner el dedo aquí o mover esto asá, la técnica también puede ser
no-digital, como memorizar elementos a través de palacios mentales, por ejemplo. Donde
tenemos una técnica que se puede practicar y cuyo músculo que estamos trabajando es el
cerebro. Y luego, hay una técnica que es la del ingenio mismo en el que se basan muchos
juegos. Una baraja invisible, la mnemónica o el cochecito de Koorwinder llevan
incorporados los resortes (técnicas) y coberturas (estrategias psicológicas) que provocan el
efecto y que nos facilitan el trabajo de técnica digital a los magos para hacer más
imposible el efecto final.
Por último, la presentación. Esa gran palabra que lo engloba todo, ¡como ya decía Ascanio!
La presentación pueden ser muchísimas cosas. Desde el vestuario hasta el tono de voz,
desde la iluminación hasta el olor corporal. Sin embargo, me voy a centrar en la acepción
de “showmanship”. La presentación referida a la expresividad, o dicho de otro modo, a lo
que dice el mago y cómo lo dice. Y ahí, tanto algunos textos como el propio Tamariz me
enseñaron la clave fundamental. Cuando se actúa, se está con la energía al máximo
concentrada en la comunicación con el público. Todo lo demás, estará o no estará, estará
mejor o peor, pero si no se está al 100% con el público, dará igual todo lo demás porque no
llegará con la fuerza suficiente.
Eres fiel defensor de la cultura mágica y de que los volúmenes de
textos mágicos no se pierdan para todos aquellos que sienten
el amor por este noble arte ¿Nos podrías hablar de la labor que ha
llevado a cabo el círculo mágico de Sevilla, para la conservación
del archivo mágico de Santa Lucía?
En los seis años que fui presidente del Círculo Mágico de Sevilla, una de las primeras
cuestiones que queríamos solucionar era la biblioteca. Por un lado, una parte de la
biblioteca tenía un valor sentimental enorme para el círculo, puesto que gran parte de
los libros eran la herencia del fondo bibliográfico del primer Círculo Mágico de Sevilla
de los años 40 y 50 del siglo XX. En el año 1961, una terrible inundación anegó gran parte
de la ciudad de Sevilla, afectando a la sede del círculo. Se perdieron muchos libros pero se
pudieron recuperar algunos. Aquellos documentos que sobrevivieron, se dividieron en tres
bloques que estuvieron custodiados por tres socios de aquel círculo. Y en los años 90, con
el nuevo círculo mágico de Sevilla, se consiguieron reunir los tres bloques y formar de
nuevo la biblioteca.
Sin embargo, debido a la falta de medios para su correcto control y conservación, varios
de los libros acabaron desapareciendo. Así que para evitar el rápido deterioro de los
volúmenes restantes, me propuse encontrar algún centro especializado que pudiera y
supiera conservar, al mismo tiempo que poner a disposición de todos los interesados, el
fondo.
Después de dos años de búsqueda y, gracias a una amiga, encontré el Centro de
Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía (que ahora se llama Centro de
Investigación y Recursos de las Artes Escénicas de Andalucía, ¡toma ya!). En este centro
que, debo añadir, lo llevan unas personas maravillosas y excelentes profesionales, no sólo
ofrecieron la posibilidad de clasificar y conservar el fondo sino que también ampliarlo
anualmente. Y así se ha venido haciendo durante estos años. De 114 libros y videos con
los que se inició la cesión, el fondo cuenta actualmente con 664 títulos en tan solo seis o
siete años. Y, todo sea dicho, aún podría haberse hecho mucho más de haber puesto más
interés y compromiso por parte de las directivas posteriores del Círculo Mágico de Sevilla.
Sea como fuere, la realidad es que hoy Sevilla cuenta con una de las mediatecas de magia
más importantes del mundo, con lo último en publicaciones mágicas de relevancia como
algunas reliquias antiguas, en un lugar idóneo para su acceso y conservación, de acceso
a ella, no sólo “in situ” en Santa Lucía, sino en toda España a través de préstamos
interbibliotecarios, cuidada por profesionales bibliotecarios y documentalistas que han
hecho que se pueda acceder al catálogo de manera on-line. Un fondo único que no depende
de los caprichos de las directivas o disolución de las sociedades mágicas, y con todas las
medidas de seguridad que minimizan, en la medida de lo posible, tanto la desaparición de
títulos como otra catástrofe como la de 1961.
Para todos aquellos que quieran realizar alguna búsqueda en el
catálogo de la página web:
http://bibliotecda.seisevilla.com>Bibliografías recomendadas (ver
todas)>CD Artes Escénicas de Andalucía>Fondo de Ilusionismo
Aquellos que quieran acceder al material pueden ir directamente a la Calle Santa Lucía,
1 de Sevilla de lunes a viernes y será atendido fantásticamente bien.
Y hablando de libros ¿Cuáles son los que recomendarías a todo
mago aficionado y profesional? que te han marcado en tu
trayectoria personal y como artista
Para aquellos que quieran iniciarse en la cartomagia yo siempre recomiendo Cartomagia
Fundamental de Vicente Canuto, también Magia grande para manos pequeñas de
Joshua Jay. Y, una vez ya la persona muestra algo más de interés, la obra de Ascanio,
Tamariz, Vernon, Hofzinser, Lavand, Slydini y Carrol me parecen fundamentales.
A parte de estas obras de ilusionismo, recomiendo aquellas obras que Gabi Pareras llama
“libros para la sensibilidad”, que son libros que educan la sensibilidad, eso que parece
que no se puede aprender, pero que sí se puede. Como “De lo espiritual en el arte” de V.
Kandinsky o “La necesidad del arte” de Ernst Fisher.
Otros como “El guión” de McKee que ayudan mucho a la creación o “¿Por qué?
Trampolín del actor” de William Layton para el desarrollo del lenguaje expresivo.
Pero también recomiendo, como ya hacía Arturo de Ascanio en su maravilloso artículo
“Cómo estudiar magia”, además de leer y ver toda la magia y no-magia posible, asistir a
cursos (aunque sean intensivos de unos días) de interpretación, de voz, de máscara, de
comedia del arte… hay cientos de cursos todos los años en la mayoría de ciudades y
creo que hay que aprovecharlos porque aportan mucho.
Para empezar, ayudan a “saber que no sabemos” como decía René Lavand. Las etapas
del conocimiento son: “no saber que no se sabe”, “saber que no se sabe”, “saber que se
sabe” y “no saber que se sabe”. La más peligrosa de las tres es la primera, cuando
desconocemos nuestra propia ignorancia en algún campo. Pero, una vez descubrimos y
aceptamos que desconocemos algo que, ahora sí, sabemos que existe, entonces ya es
cuestión de ir a por ello.
A tus espaldas has conseguido varios galardones ¿Qué es lo que
ha significado para ti el haberte otorgado todos esos premiso?
Igual te pongo en un aprieto, ¿Cuál es el que menos te esperabas
y mayor impacto te ha causado?
Realmente no esperaba ninguno de ellos. Desde pequeño, carezco de eso que llaman
competitividad. Nunca lo he entendido y, a estas alturas, creo que nunca lo entenderé.
Al menos, la competitividad externa, es decir, la que trata de demostrar quien es mejor que
otra persona o grupo. Nunca la he entendido en el deporte pero, aún mucho menos si cabe,
en el arte. Por tanto, mis escasas competiciones han sido motivadas por otros objetivos que
los de obtener un galardón. Así que todos han sido una sorpresa.
Dicho esto, el que mayor impacto me causó fue, quizá el de Fool Us en Las Vegas.
Pues presenté lo que pensé que era una composición más propia del ámbito
“íntimo artístico” que del ámbito de lo “comercial”, del ámbito de la magia a la que llamo
poética. Y, a pesar de ello, gustó muchísimo y se hizo viral. Así que, para mi, el premio
fue, más que el trofeo, el haber podido compartir con tantísima gente en todo el mundo una
composición tan personal y que haya gustado tanto. Ese ha sido el verdadero premio.
En cuanto a la primera pregunta, en mi humilde opinión, los premios tienen una función
principalmente comercial. Tener un premio es como tener un sello de garantía. Las
empresas tienen sellos de garantía para que los consumidores u otras compañías confíen en
ellas, a pesar de no conocerlas a fondo. Y ese sello de garantía es lo que necesita un
promotor para convencer a su cliente de que lo que haga va a ser bueno porque va a
contar con el mejor mago, o los mejores magos, de tal ciudad o país.
A parte de eso, no sé para qué más puede servir un premio. Pues si es por ganar en
seguridad uno mismo, me parece un arma de doble filo ya que se puede caer en la
pedantería, y si es por obtener el respeto de los demás, tampoco tienes la garantía de que
eso va a ser así.
He podido ver tu rutina con la que conseguiste engañar ni más ni
menos que a dos de los pesos pesados dentro de la magia
estadounidense como son Penn & Teller ¿Cómo fue ese proceso de
construcción y homenaje a tu maestro?
El proceso de construcción de esa rutina o, como yo prefiero llamarla, composición,
comenzó hace muchos años. Alrededor del año 1994, mi inquietud por poder contar con la
magia, como arte expresivo que debía ser, lo que sentía por dentro, me llevó a Madrid
donde me citaba con Ascanio cada martes y donde conocí a varios magos con inquietudes
similares. Y, entre ellos, y el más importante, Miguel Ángel Gea, quien se convertiría
en algo más que un amigo o un hermano, un alma gemela quizá. Con él, con Ricardo
Rodríguez, Juan Esteban Varela y algunos otros que siento no mencionar aquí por no
llenar el texto de nombres, inicié esa búsqueda como quien busca el Santo Grial.
Noches en vela, semanas intensas de magia non-stop con debates, experimentaciones,
estudios, investigaciones…
Y, al fallecer Arturo, esa inquietud se acabó plasmando en esta composición homenaje a
Arturo y a lo que, para mí, él representaba. Y, lo busqué así, debía ser una obra de magia de
cerca exenta de palabras, con el fin de permitir que la magia, la simbología y el mago
hablaran en su propio lenguaje, sin enturbiar ni hacer obvio el contenido del mensaje
a través del arte del lenguaje oral. Tratando, de alguna manera, de demostrarme a mi mismo
que la magia es un lenguaje artístico en sí mismo con su propia gramática y su propio
vocabulario. Buscando, al fin y al cabo, descubrir lo que hoy denomino “Magia poética”.
Todo ello sustentado por una dramaturgia en la que se representa a un hombre
(Ascanio) que nace y descubre la Magia, el arte que le salvará de sus propios miedos. Se
enamora de ella, descubre sus fundamentos, juega y se topa con su belleza artística y con
ella, él descubre su propia capacidad creadora, hasta casi rozar la perfección. Finalmente,
la deja en nuestras manos, pidiendo que la cuidemos y la amemos porque es un Arte Bello
que merece ser dignificado.
Se te ha podido ver manejando las cartas casi como una extensión
de tu cuerpo, también los cubiletes, hilos...¿Con qué elementos te
sientes más cómodo a la hora de hacer magia?
La baraja es, para mi, el más cómodo y versátil de los instrumentos mágicos. Es como
el piano en la música. Las variantes que se pueden hacer son tremendas. Aunque no quiero
confundir a aquellos que se inicien en la magia. Creo que es, fundamental, al menos en los
primeros años, practicar magia delante de público con diferentes elementos. Yo mismo me
centré mucho en cartomagia durante los primeros años (también algo de monedas y
manipulación de cartas, dedales y bolas) pero no fue hasta más tarde cuando empecé con los
aros chinos y con los cubiletes. Y aquello me parecía tosco, feo y falto de sutileza. Aun así
seguí con esa práctica y al tiempo fui encontrando la sutileza y el potencial expresivo que
contenían. Así que, para ahorrar el mal trago que yo pasé, le recomiendo a todos los que
empiezan que hagan de todo.
También debo confesarte que el elemento que más trabajo me ha costado dominar y con el
que sentirme cómodo ha sido con mi cerebro mismo y con mis propios miedos. Llegar
a poder estar en un escenario con la seguridad y alegría de que, pase lo que pase, todo va a
salir bien. De que lo importante es estar presente y estar con el público en un acto de amor
y sinceridad, más allá de lo que hagas o digas, es lo que más me ha costado y es, ahora, el
elemento con el que más cómodo me siento. Ya no necesito la baraja o los cubiletes; estoy
yo, está el público y yo estoy con el público, eso es lo primordial.
Siguiendo la línea de la anterior pregunta ¿qué te aporta la magia
de cerca que no te aportan otras ramas de la magia?
La magia de cerca tiene un grado de impacto en la experiencia del espectador que me
fascina. Al mismo tiempo es la que me permite estar con los espectadores de manera más
cercana y real, y eso me gusta mucho. Al mismo tiempo, creo que la magia de cerca es la
más pura e íntima expresión de la magia.
A mi modo de ver, la magia de cerca es la rama de la magia que más se ha desarrollado
en los últimos cien años. Hoy día es un arte en sí mismo, con sus propios espacios escénicos
en todo el mundo, una inmensa variedad de actos cada vez más rica, con muy buena sintonía
con la televisión y con los nuevos medios de comunicación que van apareciendo cada día,
debido la unión de los teléfonos inteligentes, y un acceso a internet cada vez más eficiente.
Y un futuro más que prometedor en los teatros, con el abaratamiento de las enormes
pantallas led de alta definición, que permiten proyectar con cámara y sin los problemas de
iluminación que nos encontramos actualmente.
Las innumerables posibilidades artísticas de la magia de cerca con el apoyo de las nuevas
tecnologías están aún por descubrir. Y esa sensación de aventura, me fascina.
Cada mago es un mundo en este respecto, lo he hablado alguna
que otra vez y me gustaría saber tu opinión personal ¿cómo
organizas y gestionas el ensayo en tus rutinas?
Yo carezco de habilidades organizativas y eso se plasma en mis ensayos. Y, como no soy
disciplinado, recurro cada vez que puedo, o al menos lo intento, al consejo que siempre da
Juan Tamariz que es hacer magia. Hacer mucha magia. Hacerla con público, y si no hay
público, buscarlo. Pero hacer magia constantemente y en cualquier lugar. Creo que es un
buen consejo. Pues practicar con público es un entrenamiento muy bueno.
Aunque sí es cierto que tengo mis días. Y hay días o, más bien, noches, que no paro de
practicar, buscar nuevas técnicas e investigar. Una vez que doy con algo que me parece
interesante, entonces me pongo a practicarlo una y otra vez. Esté donde esté. E intento
hacerlo a público. Sea donde sea.
Es cierto que es bien diferente cuando estoy en una época de muchas actuaciones que en
épocas donde actúo poco. Si estoy actuando constantemente, la propia repetición de
actuaciones ya sirven de práctica. Y ahí me dedico más a analizar después de cada
actuación lo que he realizado, e intento afinar algún juego o alguna técnica para que al día
siguiente esté mejor.
Pero cuando se trata de épocas en las que actúo poco o cuando me voy a presentar a un
congreso como concursante, o incluso cuando voy a actuar en un congreso donde quiero
realizar algo especial y quiero que quede muy bien, entonces si que me pongo a ensayar
varias horas al día durante las últimas semanas para que esté todo en la punta de los dedos,
y pueda dedicarme por completo a la comunicación con el público.
Durante los últimos días antes de actuar procuro hacer deporte, estiramientos, comer ligero,
no ingerir ni consumir ningún tipo de estimulante como café, refrescos de cola, etc.
Y, de esta manera, me siento con más energía y no sufro tanto del tembleque de mis manos
y del sudor en escena.
Y hablando de rutinas ¿qué es el hilo? los que lo hemos visto,
por lo menos a mi me encanta, sabemos que es alucinante pero
para aquellos que todavía están despistados, nos podrías hablar
un poco de esta versión tuya.
“El hilo de Borges”, así llamo a este juego en la intimidad. Mi relación con él es como la
relación de un padre y su hijo. O, al menos, así la siento yo.
El hilo roto es un juego que me gustaba mucho y al primero que apliqué la técnica creativa
del “Y si…” que consiste en plantearte un marco a cualquier reto creativo.
Por ejemplo: “Y si yo fuera un niño de 4 años, ¿cómo haría este juego?”, “Y si yo fuera
mago de verdad, ¿cómo y por qué haría esta demostración?”. Y fue con esta última premisa
con la que afronté el juego del hilo roto.
Al mismo tiempo, en esa búsqueda del lenguaje artístico de la magia, descubrí que la teoría
del contraste entre situación inicial y final de Ascanio, también era aplicable al aspecto
formal y expresivo, de manera que si la situación inicial del juego del hilo, en vez de ser
como en el clásico donde el hilo se corta de forma muy precisa y metódica, ésta rotura se
hacía de forma caótica y descontrolada, esto podría reforzar el efecto de recomposición,
creando un contraste mayor entre la primera parte (movimientos descontrolados donde no
hay posibilidad de trampa gracias al caos) y una segunda parte donde todo vuelve al orden.
Algo que no había inventado yo, ¡ojalá! Sino que ya había sido popularizado en cartomagia
por Lennart Green y por Juan Tamariz en España.
El final del juego donde el hilo se transforma en polvo, parte de otra investigación que
realicé sobre la unión simbólica de efectos mágicos que, además de las capacidades
expresivas que ello conlleva, tiene la enorme virtud de servir de cobertura para la trampa
y de puerta de entrada hacia la magia poética.
A parte de tus dos grandes maestros, ¿quiénes han sido tus
referentes, aquellos que te han inspirado en tu carrera?
Como dije antes, Luis Hernández Trueba, fue fundamental por muchísimos motivos.
Pero me he inspirado de muchísima gente. Yo siempre he pensado que toda persona que se
cruzaba en mi camino, era una oportunidad que se me ofrecía para aprender algo.
Pero han sido grandes influencias: Fred Kaps, Slydini, Vernon, Cardini, Patrick Page,
Pepe Carrol, Gabriel Moreno, Camilo Vázquez, Luis Arza, Paco Rodas, Faustino Palmero,
Rafael S. Gámez, Mark Mitton, Barret Felker, Jango Edwards, Vince Bruce, y muchas otras
personas y artistas extraordinarios con los que he tenido la suerte de aprender.
¿Qué proyectos te esperan próximamente? Si es posible que nos
puedas adelantar algo
Debido a la actual situación de pandemia que padecemos, mis proyectos se han visto algo
modificados. Por un lado, he aprovechado para trabajar en la creación de mi propio canal de
Youtube, que estrenaré en los próximos días, para pasarme más al medio on-line. Buscando
“javi benitez” en Youtube, lo podréis encontrar.
Por otro lado, me gustaría presentarme a próximo mundial con un proyecto que creo muy
interesante, aunque no se si me dará tiempo a llegar con todo listo.
Y, otro de mis proyectos, es escribir algunos libros. Principalmente uno sobre empalme
y otro sobre mis creaciones y pensamientos. Este último proyecto es el que más trabajo me
cuesta. Honestamente, me resulta muy tedioso sentarme a escribir.
Muchas gracias Javi por estar hoy por este rincón de la red y
regalarnos tu forma de ver la magia y de hacernos recordar el
valor de la cultura mágica.
Para conocer más acerca del trabajo de Javi Benítez, pueden
acceder a través de sus redes sociales y página web
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