Magiqueando con Javi Benítez

 




Este mago sevillano siembra éxito por donde pasa, y es que tiene 

una personalidad embaucadora, de las que captan tu atención 

desde el minuto uno en que hace gala de su presencia en los 

escenarios, conocedor y estudioso de una infinidad de libros, deja 

huella cada vez que un espectador  ve cómo es capaz de transmitir 

su magia, y hoy viene a deleitarnos con su estilo propio.


Buenos días Javi, 


¡Muy buenos días por la noche, y buenas noches por la mañana! La magia y el absurdo  


siempre han congeniado muy bien, aunque se esté perdiendo un poco últimamente y

 

veamos  la magia de manera más racional.



Puede que algunos lectores no conozcan quién se esconde detrás 


de Javi Benítez, el mago. ¿Podrías hablarnos en qué momento te 


pinchó la flecha del cupido mágico?



Mi primer “momento mágico” coincide también con el primer recuerdo de mi vida. 

Mi padre,  que no era mago profesional pero si aficionado, nos hizo un juego a mi y a 

mis hermanos en  el que intentaba encontrar nuestra carta pero fallaba y finalmente lo 

arreglaba todo  transformando la carta equivocada en nuestra carta.Recuerdo que lo hacía 

muy bien. No sólo la técnica, que también, sino que transmitía muy bien la emoción 

mágica,  el momento mágico. Sabía crear una buena atmósfera mágica.


Algo que me he preguntado alguna que otra vez es de dónde viene 


el sobrenombre del Chango



Bueno, la historia no es así como... ¡fantástica! ¡Ya me gustaría! Es un poco pobre en 

realidad. Yo buscaba un nombre pegadizo y fácil de recordar. Y en un cartel sobre la puerta 

de un bar de Madrid, vi que se anunciaba un concierto de Jango Reinhard. A mi me encanta 

la música de este extraordinario guitarrista y quise ponerme un nombre parecido, pero no 

igual. Así que pensé en que quería una palabra que no existiera. Un nombre que no pudiera 

relacionarse con nada y al que yo tendría que añadir todas las connotaciones de un mago. Y 

pensé en “Chango”. Me pareció una palabra pegadiza y que no existía (o eso creía yo).




Me hice tarjetas de visita y todo. Pero un día, se me ocurrió buscar en internet si, realmente, 

me había inventado ese nombre. Y mi sorpresa fue que estaba más que inventado. Estaba 

tan inventado que sería imposible, siquiera, posicionarte en internet como mago con ese 

nombre.Poco tiempo después dejé de usarlo. Pero como era tan pegadizo y tan fácil de 

recordar, algunas personas siguen llamándome por ese apodo. Incluso hoy, 15 años después

de haberlo dejado de usar, hay personas como tú que aún lo recuerdan y ¡me preguntan 

sobre él!


Discípulo ni más ni menos que de dos grandes maestros de la 


cartomagia y magia española ¿qué recuerdos te vienen a la 


cabeza cuando te nombro al gran Arturo de Ascanio y a Juan 


Tamariz? ¿Tienes alguna anécdota especial? 



Me gustaría recordar en primer lugar que Luis H. Trueba fue quien me apadrinó y quien 

me abrió las puertas al mundo de los magos. Gracias a él, fuí a mi primer congreso de 

magia en Zaragoza ´92 y también pude, a través de él, aprender la filosofía de la Escuela

Mágica de Madrid.


Pero, respondiendo a tu pregunta querido Carlos, lo primero que se me viene a la cabeza

cuando nombras a dos monstruos como Ascanio y Tamariz es “Fortuna”. La fortuna de 

haberles conocido y haber podido aprender de ellos. Yo me siento profundamente 

afortunado de haber aprendido tanto de semejantes prodigios. No sólo por el vastísimo 

conocimiento de ambos, tanto en la magia como en general, sino por la calidad humana 

tan extraordinaria y que me ha enseñado y ayudado tanto en muchísimos aspectos de la 

vida.




En cuanto a anécdotas, para mí, cada día con ellos supone una anécdota en sí misma. 

Como te decía, me siento tan afortunado que, cada vez que estaba con Arturo o estoy con

Juan, es un momento relevante en mi vida mágica y personal. Pero sí te contaré una que he

contado pocas veces. Fue con Arturo y fue el día que, estando los dos a solas en su casa, 

me llamó “hermano”. Arturo tenía a sus “hermanos mágicos” entre los que estaban 

Fu-Manchú, el Dr. Jacob Daley y algunos otros. Y el día que me dijo eso, yo pensé que 

estaba de broma pero lo decía en serio. Y, aunque nos separaba una distancia de edad 

bastante grande, yo lo considero como uno de mis hermanos mágicos, que me sigue 

ayudando a su manera.


¿Recuerdas algún consejo que te dieran en especial, que puedas 



compartir con nuestros lectores, que significar mucho y



supusiera un antes y un después en tu carrera?



Han sido muchísimos. No puedo olvidar cómo me animó Juan para que no copiara 

las formas de hacer de Arturo. Creo que eso me ayudó mucho a descubrir otras cosas 

que han conformado un Javi que no es el calco de nadie.


De Juan también he aprendido a ser humilde aun cuando todos te alaban. Lo admiro

enormemente por haberse mantenido íntegro incluso habiendo llegado a ser tan famoso.

También, me viene a la memoria el momento en que, siendo yo mal estudiante, 

Arturo me dio un motivo para estudiar y conseguir mi curso de acceso a la universidad, 

terminar la carrera y, al mismo tiempo, tener una intensísima vida mágica en un Madrid

lleno días y noches de borrachera, mágica, se entiende.


¿Es cierto que eres un coleccionista de toda la obra de Arturo de

 

Ascanio?



Bueno, eso ha sido más de casualidad que por “coleccionismo”. Creo que tengo mucho 

o casi todo lo de Arturo pero no me considero un coleccionista sino un estudiante de 

magia que quiere aprender de los mejores. Y, como Arturo, creo que no ha habido ningún 

teórico/práctico de la magia que exprese los conceptos con la claridad con la que los 

expresa él.


Te lo tenía que preguntar, ¿qué valor le das a la teoría, a la 


técnica y a la presentación?



Jajaja. ¡La eterna pregunta! Te voy a dar varias respuestas:


En primer lugar, te diré que cuando estoy estudiando magia, le doy a la teoría el 90% 

del valor. Cuando estoy ensayando, le doy a la técnica el 90%. Y, cuando estoy actuando, 

le doy a la presentación el 100%.


Es decir, creo que la teoría es bueno saberla. Sobre todo si, como yo, la intuición a veces 

no te ayuda a detectar qué tienes que mejorar de lo que haces. La teoría para mí es como 

una caja de herramientas de análisis para reparar y pulir diferentes aspectos de tu magia 

o de tu capacidad expresiva o de otros aspectos (iluminación, escenografía, etc.) También 

pueden ayudar mucho a los aspectos constructivos y de desarrollo de ideas.




En cuanto a la técnica, ya sea digital, intelectual o de ingeniería, porque olvidamos que la 

técnica no es sólo poner el dedo aquí o mover esto asá, la técnica también puede ser

no-digital, como memorizar elementos a través de palacios mentales, por ejemplo. Donde 

tenemos una técnica que se puede practicar y cuyo músculo que estamos trabajando es el 

cerebro. Y luego, hay una técnica que es la del ingenio mismo en el que se basan muchos

juegos. Una baraja invisible, la mnemónica o el cochecito de Koorwinder llevan 

incorporados los resortes (técnicas) y coberturas (estrategias psicológicas) que provocan el

efecto y que nos facilitan el trabajo de técnica digital a los magos para hacer más 

imposible el efecto final.


Por último, la presentación. Esa gran palabra que lo engloba todo, ¡como ya decía Ascanio! 

La presentación pueden ser muchísimas cosas. Desde el vestuario hasta el tono de voz, 

desde la iluminación hasta el olor corporal. Sin embargo, me voy a centrar en la acepción 

de “showmanship”. La presentación referida a la expresividad, o dicho de otro modo, a lo

que dice el mago y cómo lo dice. Y ahí, tanto algunos textos como el propio Tamariz me 

enseñaron la clave fundamental. Cuando se actúa, se está con la energía al máximo 

concentrada en la comunicación con el público. Todo lo demás, estará o no estará, estará 

mejor o peor, pero si no se está al 100% con el público, dará igual todo lo demás porque no 

llegará con la fuerza suficiente.


Eres fiel defensor de la cultura mágica y de que los volúmenes de 


textos mágicos no se pierdan para todos aquellos que sienten 


el amor por este noble arte ¿Nos podrías hablar de la labor que ha 


llevado a cabo el círculo mágico de Sevilla, para la conservación 


del archivo mágico de Santa Lucía? 



En los seis años que fui presidente del Círculo Mágico de Sevilla, una de las primeras 

cuestiones que queríamos solucionar era la biblioteca. Por un lado, una parte de la 

biblioteca tenía un valor sentimental enorme para el círculo, puesto que gran parte de 

los libros eran la herencia del fondo bibliográfico del primer Círculo Mágico de Sevilla 

de los años 40 y 50 del siglo XX. En el año 1961, una terrible inundación anegó gran parte 

de la ciudad de Sevilla, afectando a la sede del círculo. Se perdieron muchos libros pero se 

pudieron recuperar algunos. Aquellos documentos que sobrevivieron, se dividieron en tres

bloques que estuvieron custodiados por tres socios de aquel círculo. Y en los años 90, con 

el nuevo círculo mágico de Sevilla, se consiguieron reunir los tres bloques y formar de 

nuevo la biblioteca.


Sin embargo, debido a la falta de medios para su correcto control y conservación, varios 

de los libros acabaron desapareciendo. Así que para evitar el rápido deterioro de los

volúmenes restantes, me propuse encontrar algún centro especializado que pudiera y

supiera conservar, al mismo tiempo que poner a disposición de todos los interesados, el

fondo.




Después de dos años de búsqueda y, gracias a una amiga, encontré el Centro de

Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía (que ahora se llama Centro de 

Investigación y Recursos de las Artes Escénicas de Andalucía, ¡toma ya!). En este centro 

que, debo añadir, lo llevan unas personas maravillosas y excelentes profesionales, no sólo 

ofrecieron la posibilidad de clasificar y conservar el fondo sino que también ampliarlo 

anualmente. Y así se ha venido haciendo durante estos años. De 114 libros y videos con 

los que se inició la cesión, el fondo cuenta actualmente con 664 títulos en tan solo seis o

siete años. Y, todo sea dicho, aún podría haberse hecho mucho más de haber puesto más 

interés y compromiso por parte de las directivas posteriores del Círculo Mágico de Sevilla.

Sea como fuere, la realidad es que hoy Sevilla cuenta con una de las mediatecas de magia 

más importantes del mundo, con lo último en publicaciones mágicas de relevancia como

algunas reliquias antiguas, en un lugar idóneo para su acceso y conservación, de acceso 

a ella, no sólo “in situ” en Santa Lucía, sino en toda España a través de préstamos 

interbibliotecarios, cuidada por profesionales bibliotecarios y documentalistas que han 

hecho que se pueda acceder al catálogo de manera on-line. Un fondo único que no depende 

de los caprichos de las directivas o disolución de las sociedades mágicas, y con todas las 

medidas de seguridad que minimizan, en la medida de lo posible, tanto la desaparición de 

títulos como otra catástrofe como la de 1961.


Para todos aquellos que quieran realizar alguna búsqueda en el 


catálogo de la página web: 


http://bibliotecda.seisevilla.com>Bibliografías recomendadas (ver 


todas)>CD Artes Escénicas de Andalucía>Fondo de Ilusionismo



Aquellos que quieran acceder al material pueden ir directamente a la Calle Santa Lucía, 

1 de Sevilla de lunes a viernes y será atendido fantásticamente bien.


Y hablando de libros ¿Cuáles son los que recomendarías a todo 


mago aficionado y profesional? que te han marcado en tu 


trayectoria personal y como artista



Para aquellos que quieran iniciarse en la cartomagia yo siempre recomiendo Cartomagia 

Fundamental de Vicente Canuto, también Magia grande para manos pequeñas de

Joshua Jay. Y, una vez ya la persona muestra algo más de interés, la obra de Ascanio, 

Tamariz, Vernon, Hofzinser, Lavand, Slydini y Carrol me parecen fundamentales.

A parte de estas obras de ilusionismo, recomiendo aquellas obras que Gabi Pareras llama

“libros para la sensibilidad”, que son libros que educan la sensibilidad, eso que parece 

que no se puede aprender, pero que sí se puede. Como “De lo espiritual en el arte” de V. 

Kandinsky o “La necesidad del arte” de Ernst Fisher.


Otros como “El guión” de McKee que ayudan mucho a la creación o “¿Por qué? 

Trampolín del actor” de William Layton para el desarrollo del lenguaje expresivo.

Pero también recomiendo, como ya hacía Arturo de Ascanio en su maravilloso artículo 

“Cómo estudiar magia”, además de leer y ver toda la magia y no-magia posible, asistir a 

cursos (aunque sean intensivos de unos días) de interpretación, de voz, de máscara, de 

comedia del arte… hay cientos de cursos todos los años en la mayoría de ciudades y 

creo que hay que aprovecharlos porque aportan mucho.


Para empezar, ayudan a “saber que no sabemos” como decía René Lavand. Las etapas 

del conocimiento son: “no saber que no se sabe”, “saber que no se sabe”, “saber que se 

sabe” y “no saber que se sabe”. La más peligrosa de las tres es la primera, cuando 

desconocemos nuestra propia ignorancia en algún campo. Pero, una vez descubrimos y 

aceptamos que desconocemos algo que, ahora sí, sabemos que existe, entonces ya es 

cuestión de ir a por ello.


A tus espaldas has conseguido varios galardones ¿Qué es lo que 


ha significado para ti el haberte otorgado todos esos premiso?


Igual te pongo en un aprieto, ¿Cuál es el que menos te esperabas 


y mayor impacto te ha causado? 



Realmente no esperaba ninguno de ellos. Desde pequeño, carezco de eso que llaman 

competitividad. Nunca lo he entendido y, a estas alturas, creo que nunca lo entenderé. 

Al menos, la competitividad externa, es decir, la que trata de demostrar quien es mejor que 

otra persona o grupo. Nunca la he entendido en el deporte pero, aún mucho menos si cabe,

en el arte. Por tanto, mis escasas competiciones han sido motivadas por otros objetivos que

los de obtener un galardón. Así que todos han sido una sorpresa.


Dicho esto, el que mayor impacto me causó fue, quizá el de Fool Us en Las Vegas. 

Pues presenté lo que pensé que era una composición más propia del ámbito 

“íntimo artístico” que del ámbito de lo “comercial”, del ámbito de la magia a la que llamo

poética. Y, a pesar de ello, gustó muchísimo y se hizo viral. Así que, para mi, el premio 

fue, más que el trofeo, el haber podido compartir con tantísima gente en todo el mundo una

composición tan personal y que haya gustado tanto. Ese ha sido el verdadero premio.




En cuanto a la primera pregunta, en mi humilde opinión, los premios tienen una función

principalmente comercial. Tener un premio es como tener un sello de garantía. Las 

empresas tienen sellos de garantía para que los consumidores u otras compañías confíen en 

ellas, a pesar de no conocerlas a fondo. Y ese sello de garantía es lo que necesita un

promotor para convencer a su cliente de que lo que haga va a ser bueno porque va a 

contar con el mejor mago, o los mejores magos, de tal ciudad o país.


A parte de eso, no sé para qué más puede servir un premio. Pues si es por ganar en 

seguridad uno mismo, me parece un arma de doble filo ya que se puede caer en la 

pedantería, y si es por obtener el respeto de los demás, tampoco tienes la garantía de que 

eso va a ser así.


He podido ver tu rutina con la que conseguiste engañar ni más ni 


menos que a dos de los pesos pesados dentro de la magia 


estadounidense como son Penn & Teller ¿Cómo fue ese proceso de 


construcción y homenaje a tu maestro? 



El proceso de construcción de esa rutina o, como yo prefiero llamarla, composición, 

comenzó hace muchos años. Alrededor del año 1994, mi inquietud por poder contar con la 

magia, como arte expresivo que debía ser, lo que sentía por dentro, me llevó a Madrid 

donde me citaba con Ascanio cada martes y donde conocí a varios magos con inquietudes 

similares.  Y, entre ellos, y el más importante, Miguel Ángel Gea, quien se convertiría 

en algo más que un amigo o un hermano, un alma gemela quizá. Con él, con Ricardo 

Rodríguez, Juan Esteban Varela y algunos otros que siento no mencionar aquí por no 

llenar el texto de nombres, inicié esa búsqueda como quien busca el Santo Grial. 

Noches en vela, semanas intensas de magia non-stop con debates, experimentaciones, 

estudios, investigaciones…




Y, al fallecer Arturo, esa inquietud se acabó plasmando en esta composición homenaje a 

Arturo y a lo que, para mí, él representaba. Y, lo busqué así, debía ser una obra de magia de 

cerca exenta de palabras, con el fin de permitir que la magia, la simbología y el mago 

hablaran en su propio lenguaje, sin enturbiar ni hacer obvio el contenido del mensaje 

a través del arte del lenguaje oral. Tratando, de alguna manera, de demostrarme a mi mismo 

que la magia es un lenguaje artístico en sí mismo con su propia gramática y su propio 

vocabulario. Buscando, al fin y al cabo, descubrir lo que hoy denomino “Magia poética”.

Todo ello sustentado por una dramaturgia en la que se representa a un hombre 

(Ascanio) que  nace y descubre la Magia, el arte que le salvará de sus propios miedos. Se 

enamora de ella, descubre sus fundamentos, juega y se topa con su belleza artística y con 

ella, él descubre su propia capacidad creadora, hasta casi rozar la perfección. Finalmente, 

la deja en nuestras manos, pidiendo que la cuidemos y la amemos porque es un Arte Bello 

que merece ser dignificado.


Se te ha podido ver manejando las cartas casi como una extensión


de tu cuerpo, también los cubiletes, hilos...¿Con qué elementos te 


sientes más cómodo a la hora de hacer magia?



La baraja es, para mi, el más cómodo y versátil de los instrumentos mágicos. Es como 

el piano en la música. Las variantes que se pueden hacer son tremendas. Aunque no quiero 

confundir a aquellos que se inicien en la magia. Creo que es, fundamental, al menos en los 

primeros años, practicar magia delante de público con diferentes elementos. Yo mismo me 

centré mucho en cartomagia durante los primeros años (también algo de monedas y 

manipulación de cartas, dedales y bolas) pero no fue hasta más tarde cuando empecé con los 

aros chinos y con los cubiletes. Y aquello me parecía tosco, feo y falto de sutileza. Aun así 

seguí con esa práctica y al tiempo fui encontrando la sutileza y el potencial expresivo que 

contenían. Así que, para ahorrar el mal trago que yo pasé, le recomiendo a todos los que 

empiezan que hagan de todo.


También debo confesarte que el elemento que más trabajo me ha costado dominar y con el 

que sentirme cómodo ha sido con mi cerebro mismo y con mis propios miedos. Llegar 

a poder estar en un escenario con la seguridad y alegría de que, pase lo que pase, todo va a

salir bien. De que lo importante es estar presente y estar con el público en un acto de amor 

y sinceridad, más allá de lo que hagas o digas, es lo que más me ha costado y es, ahora, el 

elemento con el que más cómodo me siento. Ya no necesito la baraja o los cubiletes; estoy 

yo, está el público y yo estoy con el público, eso es lo primordial.


Siguiendo la línea de la anterior pregunta ¿qué te aporta la magia 


de cerca que no te aportan otras ramas de la magia?



La magia de cerca tiene un grado de impacto en la experiencia del espectador que me 

fascina. Al mismo tiempo es la que me permite estar con los espectadores de manera más

cercana y real, y eso me gusta mucho. Al mismo tiempo, creo que la magia de cerca es la 

más pura e íntima expresión de la magia.




A mi modo de ver, la magia de cerca es la rama de la magia que más se ha desarrollado 

en los últimos cien años. Hoy día es un arte en sí mismo, con sus propios espacios escénicos 

en todo el mundo, una inmensa variedad de actos cada vez más rica, con muy buena sintonía

con la televisión y con los nuevos medios de comunicación que van apareciendo cada día, 

debido la unión de los teléfonos inteligentes, y un acceso a internet cada vez más eficiente. 

Y un futuro más que prometedor en los teatros, con el abaratamiento de las enormes 

pantallas led de alta definición, que permiten proyectar con cámara y sin los problemas de

iluminación que nos encontramos actualmente.


Las innumerables posibilidades artísticas de la magia de cerca con el apoyo de las nuevas

tecnologías están aún por descubrir. Y esa sensación de aventura, me fascina.


Cada mago es un mundo en este respecto, lo he hablado alguna 


que otra vez y me gustaría saber tu opinión personal ¿cómo 


organizas y gestionas el ensayo en tus rutinas?




Yo carezco de habilidades organizativas y eso se plasma en mis ensayos. Y, como no soy 

disciplinado, recurro cada vez que puedo, o al menos lo intento, al consejo que siempre da

Juan Tamariz que es hacer magia. Hacer mucha magia. Hacerla con público, y si no hay 

público, buscarlo. Pero hacer magia constantemente y en cualquier lugar. Creo que es un 

buen consejo. Pues practicar con público es un entrenamiento muy bueno.


Aunque sí es cierto que tengo mis días. Y hay días o, más bien, noches, que no paro de 

practicar, buscar nuevas técnicas e investigar. Una vez que doy con algo que me parece 

interesante, entonces me pongo a practicarlo una y otra vez. Esté donde esté. E intento 

hacerlo a público. Sea donde sea.


Es cierto que es bien diferente cuando estoy en una época de muchas actuaciones que en

épocas donde actúo poco. Si estoy actuando constantemente, la propia repetición de 

actuaciones ya sirven de práctica. Y ahí me dedico más a analizar después de cada 

actuación lo que he realizado, e intento afinar algún juego o alguna técnica para que al día

siguiente esté mejor.


Pero cuando se trata de épocas en las que actúo poco o cuando me voy a presentar a un

congreso como concursante, o incluso cuando voy a actuar en un congreso donde quiero 

realizar algo especial y quiero que quede muy bien, entonces si que me pongo a ensayar 

varias horas al día durante las últimas semanas para que esté todo en la punta de los dedos, 

pueda dedicarme por completo a la comunicación con el público.


Durante los últimos días antes de actuar procuro hacer deporte, estiramientos, comer ligero,

no ingerir ni consumir ningún tipo de estimulante como café, refrescos de cola, etc. 

Y, de esta manera, me siento con más energía y no sufro tanto del tembleque de mis manos 

y del sudor en escena.


Y hablando de rutinas ¿qué es el hilo? los que lo hemos visto, 


por lo menos a mi me encanta, sabemos que es alucinante pero


para aquellos que todavía están despistados, nos podrías hablar


un poco de esta versión tuya.  



“El hilo de Borges”, así llamo a este juego en la intimidad. Mi relación con él es como la

relación de un padre y su hijo. O, al menos, así la siento yo.


El hilo roto es un juego que me gustaba mucho y al primero que apliqué la técnica creativa 

del “Y si…” que consiste en plantearte un marco a cualquier reto creativo. 


Por ejemplo: “Y si yo fuera un niño de 4 años, ¿cómo haría este juego?”, “Y si yo fuera 

mago de verdad, ¿cómo y por qué haría esta demostración?”. Y fue con esta última premisa 

con la que afronté el juego del hilo roto.




Al mismo tiempo, en esa búsqueda del lenguaje artístico de la magia, descubrí que la teoría 

del contraste entre situación inicial y final de Ascanio, también era aplicable al aspecto 

formal y expresivo, de manera que si la situación inicial del juego del hilo, en vez de ser 

como en el clásico donde el hilo se corta de forma muy precisa y metódica, ésta rotura se 

hacía de forma caótica y descontrolada, esto podría reforzar el efecto de recomposición, 

creando un contraste mayor entre la primera parte (movimientos descontrolados donde no 

hay posibilidad de trampa gracias al caos) y una segunda parte donde todo vuelve al orden. 

Algo que no había inventado yo, ¡ojalá! Sino que ya había sido popularizado en cartomagia 

por Lennart Green y por Juan Tamariz en España.


El final del juego donde el hilo se transforma en polvo, parte de otra investigación que 

realicé sobre la unión simbólica de efectos mágicos que, además de las capacidades 

expresivas que ello conlleva, tiene la enorme virtud de servir de cobertura para la trampa 

y de puerta de entrada hacia la magia poética.


A parte de tus dos grandes maestros, ¿quiénes han sido tus 


referentes, aquellos que te han inspirado en tu carrera? 



Como dije antes, Luis Hernández Trueba, fue fundamental por muchísimos motivos. 

Pero me he inspirado de muchísima gente. Yo siempre he pensado que toda persona que se

cruzaba en mi camino, era una oportunidad que se me ofrecía para aprender algo.

Pero han sido grandes influencias: Fred Kaps, Slydini, Vernon, Cardini, Patrick Page, 

Pepe Carrol, Gabriel Moreno, Camilo Vázquez, Luis Arza, Paco Rodas, Faustino Palmero,

Rafael S. Gámez, Mark Mitton, Barret Felker, Jango Edwards, Vince Bruce, y muchas otras

personas y artistas extraordinarios con los que he tenido la suerte de aprender.


¿Qué proyectos te esperan próximamente? Si es posible que nos 

puedas adelantar algo


Debido a la actual situación de pandemia que padecemos, mis proyectos se han visto algo 


modificados. Por un lado, he aprovechado para trabajar en la creación de mi propio canal de 

Youtube, que estrenaré en los próximos días, para pasarme más al medio on-line. Buscando 

“javi benitez” en Youtube, lo podréis encontrar.


Por otro lado, me gustaría presentarme a próximo mundial con un proyecto que creo muy 

interesante, aunque no se si me dará tiempo a llegar con todo listo.


Y, otro de mis proyectos, es escribir algunos libros. Principalmente uno sobre empalme

y otro sobre mis creaciones y pensamientos. Este último proyecto es el que más trabajo me 

cuesta. Honestamente, me resulta muy tedioso sentarme a escribir.


Muchas gracias Javi por estar hoy por este rincón de la red y 


regalarnos tu forma de ver la magia y de hacernos recordar el 


valor de la cultura mágica. 






Para conocer más acerca del trabajo de Javi Benítez, pueden 


acceder a través de sus redes sociales y página web



                    





0 comentarios:

Publicar un comentario